Un estudio descubrió el origen de todos los tipos de uva europeos

El estudio italiano secuenció el genoma de 204 cepas distintas para realizar sus conclusiones.
El estudio italiano secuenció el genoma de 204 cepas distintas para realizar sus conclusiones.

La investigación realizada en Italia secuenció el origen de más de 200 cepas, las cuales muchas de ellas están sembradas en el país.

En una especie de mapa genealógico de las especies de uvas, se determinó que todas las cepas europeas de vino tienen origen en la región del Cáucaso, ubicada en la conexión entre la Europa Oriental y Asia Occidental, o bien entre el mar Negro y el mar Caspio.

Esa zona incluye lo que hoy conocemos como Georgia (considerada pionera de la vitivinicultura), Azerbaiyán, Armenia y el extremo Sur de Rusia - la ciudad de Krasnodar, por ejemplo. Incluye la propia cordillera del Cáucaso y los valles que se erigen en sus laderas.

El estudio realizado por la Universidad de Udine y el Istituto di Genomica Applicata (IGA), en Italia, determinó lo que se sospechaba: la uva es originaria de un único proceso de domesticación de las vides silvestres, que se dio en esta región hace por lo menos cuatro milenios.

Esto no sólo confirma que la región efectivamente fue la pionera en la vinificación sino que, además, la influencia del Imperio Persa y las otras civilizaciones que se asentaron en la zona determinó la ramificación de las especies de vides producto de la cruza.

En la actual Georgia, hace miles de años se producía vinos y almacenaba en estas vasijas llamadas Qvevri.
En la actual Georgia, hace miles de años se producía vinos y almacenaba en estas vasijas llamadas Qvevri.

Esta investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature Communications, reconstruyó la historia evolutiva de las distintas variedades de uva en base a la secuenciación de 204 tipos de cepas. Ahí se determina

cuál es el gen que produjo la domesticación de las plantas silvestres para que finalmente sean sembradas.

Las distintas poblaciones de uvas ya cultivadas fueron hibridando y dieron origen a nuevas cepas. Lo que hasta la actualidad es un proceso normal.

De hecho, el relevamiento es importante si consideramos que muchas de las cepas que tienen esta descendencia fueron llevadas a Latinoamérica, principalmente en las misiones jesuíticas de la Iglesia Católica. Algunas, de hecho, son las responsables de una nueva cruza que dio origen a cepas nativas, como es el caso de la uva torrontés riojano, que deriva de la moscatel de Alejandría y la criolla chica.

El Cabernet Sauvignon es una de las cepas derivadas del Cáucaso.
El Cabernet Sauvignon es una de las cepas derivadas del Cáucaso.

El estudio, con coordinación de Michele Morgante, expresa que “los cultivos de uva siguieron un patrón predominante de dispersión hacia el oeste, impulsado por la migración humana y el comercio marítimo, paralelo a una diferenciación en el uso para el consumo en fresco (uvas de mesa) o la vinificación (uvas para vino)”.

La investigación asegura que “el cultivo de uvas domesticadas se remonta a cuatro milenios en el Mediterráneo oriental y dos milenios en Europa occidental, y la propagación vegetativa es cada vez más frecuente”.

El estudio también prueba la adopción muy temprana y por ende antiguo origen de algunas de las cepas más importantes en la actualidad. La Sauvignon Blanc, por ejemplo, tiene al menos 900 años. La particularidad es que hay unas 10 variedades que surgieron en este proceso que son al día de hoy la base de la vitivinicultura mundial, acaparando más de un cuarto del total de las vides sembradas. Estas son Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo, Airen, Chardonnay, Syrah, Garnacha, Sauvignon Blanc, Pinot Noir y Trebbiano Toscano.

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