Brindamos con Merlot, la cepa francesa que busca su lugar en el país

La historia llegó a mis oídos. Cuenta que un reconocido bodeguero argentino, de familia vitivinícola y propietario de una de las bodegas más prestigiosas de Mendoza, en la entrevista laboral con quien sería el nuevo enólogo del equipo, le preguntó por su varietal de vino preferido.

El joven profesional, vacilando entre las opciones más convenientes para la ocasión, optó por resignarse a responder la verdad: el Merlot. Sorprendido por la reacción de su futuro jefe, recibió dos palmadas aprobatorias en la espalda y una frase corta pero contundente: “bien, pibe”.

La historia le pertenece a quien hoy, más de 15 años después, es el primer enólogo de una importante productora de vinos premium de Mendoza. Y no es casualidad. Esta cepa conquista a los paladares más exigentes.

Este domingo, como cada 7 de noviembre, se celebra el Día Internacional del Merlot, una cepa de relativa importancia en Argentina, pero que produce vinos de los más prestigiosos a nivel mundial.

Se planta en muchas regiones del mundo, incluida Sudamérica, Europa y Australia; pero su origen y zona de influencia es el sudoeste de Francia, específicamente en Burdeos. Este país concentra el 60% de la producción en el mundo.

Su nombre es derivado del término “Mirlo”, un ave popular de color negro, a veces rojo y azul oscuro, similar a los tonos de los frutos del bosque o bayas.

El Merlot en el vino

Esta cepa es considerada “hermana” del Cabernet pero se la distingue por producir vinos de mucha finura, elegancia y suavidad en boca. Elevada acidez y fuertes tonos aromáticos frutales. Se distinguen, por lo general, aromas a ciruelas, pimientos y otros frutos del bosque.

Suele ser utilizada para producir vinos de corte, ya que es un varietal que aporta color y redondez. Sin embargo, los vinos monovarietales de Merlot son excelentes. No pierden elegancia ni estructura. Puede ser una gran alternativa al Malbec y Cabernet, los tintos más consumidos del país.

Maridan perfectamente con pastas italianas con salsas rojas, carnes blancas, verduras asadas, embutidos, picadas, entre otras delicias.

El Merlot en Argentina

Como dijimos, esta cepa no es de las más predominantes en el país. Según datos del Instituto Nacional Vitivinícola (INV), hasta el año pasado habían plantadas 5.062 hectáreas de este varietal.

El Merlot representa el 4,37% de las variedades tintas y apenas el 2,56% de la superficie total de uvas cultivadas en el país.

La cepa francesa por excelencia todavía no consigue su máxima atención en Argentina, a pesar de contar con vinos de producción local con gran complejidad y calidad. Si bien es una cepa asociada a otras latitudes, muchos productores del país exportan a mercados extranjeros.

Entre el año 2008 al 2017, el porcentaje total de hectáreas plantadas con esta cepa cayó en un 23%. Esa tendencia continúa, pero en la actualidad hay un resurgir del interés por estos varietales, causado por la búsqueda constante de nuevos sabores.

Este impulso todavía no pone en riesgo el largo dominio del Malbec, pero invita a los consumidores a despertar interés por estos vinos elegantes, suaves y capaces de ganarse el respeto de las voces autorizadas. Es por esto que en el Día Internacional de Merlot, brindamos por esta cepa.