El crecimiento de las nuevas zonas vitivinícolas, las que pisan fuerte y las que están en evolución

Del Norte al Sur: los viñedos crecen en Argentina. Foto de la finca de bodega Vasija Secreta en Cafayate.
Del Norte al Sur: los viñedos crecen en Argentina. Foto de la finca de bodega Vasija Secreta en Cafayate.

Un nuevo informe del INV confirmó una vez más que asistimos a un proceso de diseminación de los viñedos en el país, lo que da surgimiento a nuevas regiones y terruños por descubrir. Todos los datos de este fenómeno.

El Informe Anual de Superficie que el Instituto Nacional de la Vitivinicultura (INV) publicó recientemente asegura que en la última década, 15 de las 18 provincias vitivinícolas crecieron en cantidad de viñedos sembrados para producir vino. Apenas tres -las más importantes en volumen- retrocedieron en este rubro.

Si bien es pronto para pronosticar que la industria vitivinícola en el país está descentralizada de la Región Cuyo, los números dan cuenta de una consolidación de este proceso año a año. Muchos factores determinarán para saber hasta dónde llegará.

Diseminación de las uvas

La provincia de Mendoza continúa acaparando el 70,6% del total de los cultivos, mientras que el 20,7% corresponde a San Juan. Entre las dos está el 90% del total de la producción de uvas en el país.

Viñedos en el Valle Ullum, San Juan.
Viñedos en el Valle Ullum, San Juan.

Aún así, otras plazas vienen creciendo y consolidando sus vinos en el país, con sus particularidades que las distinguen.

Por ejemplo, casi una décima parte de la producción nacional se reparte entre provincias de cierta tradición enológica, como La Rioja (3,6%), Salta (1,7%), Catamarca (1,3%), Neuquén (0,8%) y Río Negro (0,7%). Entre estas se destaca el importante crecimiento del 41% durante la década de Salta, la que más hectáreas sumó.

Una porción más marginal de la producción ocupan provincias como La Pampa, Córdoba, Buenos Aires, Tucumán, San Luis, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, Misiones, Santiago del Estero y Santa Fe. Si bien entre todas no se supera el 1% de lo sembrado, la mayoría duplicó, triplicó y hasta cuadruplicó la cantidad de hectáreas con respecto a 2010.

En Mendoza y San Juan, en cambio, la cantidad de uvas sembradas disminuyó un -3,4% y 7,7% respectivamente. Esto se relaciona con una reconversión del modelo de negocio, enfocado hacia la producción de alta gama.

Una finca en Animaná, en el departamento de San Carlos, Salta. A 1.690 m.s.n.m.
Una finca en Animaná, en el departamento de San Carlos, Salta. A 1.690 m.s.n.m.

Esto insinúa un camino hacia el crecimiento de la producción de uvas. Ya hay excelentes experiencias de empresas vitivinícolas produciendo vinos con viñedos desde Chubut hasta Jujuy, pasando por todas las provincias en la gran ruta argentina.

A propósito, el presidente del INV, Martín Hinojosa, estimó que este proceso de descubrimiento de nuevas zonas se da de la mano con el “desarrollo del enoturismo, a través de los Caminos del Vino y las distintas propuestas para los visitantes nacionales y extranjeros”.

En esta década se incorporaron nuevas experiencias vitivinícolas y turísticas en ciudades como Malargüe (Mendoza), Río Cuarto (Córdoba), San Nicolás y Campana (Buenos Aires), Escalante y Biedma (Chubut) y Rosario (Santa Fe).

Se trata de explotar nuevos terroirs e invitar a conocerlos.

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