El noroeste a través de la bodega Tukma: cómo son sus vinos y a dónde apunta la región

Vinos diferentes, fortalezas de la región y cómo se acomodan en la industria; a través de una charla con Claudio Marlow, gerente de la bodega salteña.

La industria vitivinícola en Argentina viene desarrollándose década tras década y su impulso no solo le corresponde a la región de Cuyo, sino que hay otras que merecen atención por su crecimiento y por los vinos que brinda. Es el caso del noroeste.

Hace un tiempo se llevó a cabo una nueva edición de los premios EVINOR, un reconocimiento a los vinos de esta región que busca posicionarse en el mapa de la industria local a base de propuestas completamente distintas a las que hoy dominan el mercado.

Sobre ese camino, la dificultad para transitarlo y las oportunidades que ofrece, hablamos con Claudio Marlow, gerente de la bodega Tukma que es una de las referencias de los Valles Calchaquíes. Está ubicada en el departamento de Cafayate, pero tiene viñedos en la zona en Angastaco (San Carlos- Salta) y en Huacalera (Tilcara - Jujuy).

Claudio Marlow. Gentileza: Barrica Salteña
Claudio Marlow. Gentileza: Barrica Salteña

-¿Qué particularidades tienen los vinos del noroeste?

-Las uvas de la región tienen una mayor exposición solar, en el día la luz diaria es más larga, la altura genera una atmósfera diáfana. Por otro lado, la amplitud térmica propia de la altura genera que el grano tenga una piel más gruesa, intensificando la expresión de los colores y sabores del vino.

-¿Cree que corre en desventaja con otras zonas vitivinícolas del país?

-No sé si corre detrás, son carreras distintas. Los pocos que estamos en el norte sabemos que estamos trabajando bien y toda la industria está creciendo. Antes éramos proveedores de vinos a granel y ahora competimos con marcas en todo el mundo. Tenemos vinos muy valorados por los especialistas. Hay desarrollo. Estamos en una fase experimental, pero trabajamos en conjunto para posicionar el vino salteño como un vino distinto, que se expresa y tiene características distintas. Esa es nuestra fortaleza.

-¿Cuál es el norte de esa carrera?

-Básicamente, estar presentes. Estamos lejos de los centros de consumo y eso hace que se encarezca el producto y no seamos tan competitivos. También es difícil competir contra la presión que ejerce comercialmente una industria como la de Mendoza. Pero nosotros queremos hacernos conocer.

-¿El nuevo perfil de consumidor beneficia al descubrimiento de estos vinos?

-Exactamente. El consumidor está descubriendo que hay otros horizontes. Tiene más interés por conocer. Nos pasa muy seguido que nuestros clientes preguntan qué hay de nuevo. Creo que tenemos una ventaja ahí, porque es una industria que está en desarrollo y posicionándose.

-¿Qué busca este nuevo consumidor?

-Consideramos que hay un regreso al vino entre las bebidas alcohólicas y un redescubrimiento. Antes lo veíamos “acartonado” y ahora el público si quiere ponerle soda o hielo está bien. Y para nosotros está perfecto. También es más exigente en la medida en que busca permanentemente una sorpresa o novedad. Obliga a las bodegas a no quedarnos en la comodidad.

-Por eso lanzaron dos nuevas líneas el mes pasado… ¿En qué consisten?

-Tenemos una muy pequeña producción de uvas tintas en Jujuy y quisimos hacer una línea muy especial de vinos de extrema altura, porque el viñedo está 2.670 metros de altura. El enólogo diseñó un cuatrivarietal con una edición limitadísima de 1.400 botellas. Lo hemos testeado y está andando muy bien. Eso nos marca un norte.

Por otro lado en Angastaco, un viñedo de 1.900 metros de altura, empezamos a trabajar intensamente en un Tanat y este año lo lanzamos. Está muy bueno, ha sido bien recibido y complementa un poco nuestra oferta de uvas tintas.

La gama de Tukma, con el nuevo Tanat en el medio.
La gama de Tukma, con el nuevo Tanat en el medio.

-¿La altura es el as de espadas desde el punto de vista del marketing?

-Considero que la extrema altura es un punto de vista a tener muy en cuenta. Nuestra producción es de un volumen muy cuidado, por lo que tenemos que pensar mucho en la calidad para posicionar esa marca.

-¿Cómo ve la región en el mediano plazo?

-Yo creo que bien. Las bases están. Hemos diseñado un plan estratégico con Bodegas de Salta, de acá a 5 años. Los ejes son el turismo enológico y el cuidado del medio ambiente. Trabajamos en conjunto con las autoridades y entre las bodegas, porque hay un clima muy colaborativo. Yo creo que tenemos un buen plan y va a ser beneficioso para todos.

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