Gabriela Celeste: “En Argentina hay muchas zonas por explorar pero no creo que todas tengan valor internacional”

Gabriela Celeste es ingeniera agrónoma, productora y consultora vitivinícola.- Gentileza.
Gabriela Celeste es ingeniera agrónoma, productora y consultora vitivinícola.- Gentileza.

La ingeniera agrónoma con basta trayectoria en el rubro participará del Concurso Nacional de Vinos de Guarda14. En la previa habló sobre la actualidad de la industria y los cambios que viene advirtiendo. También confesó qué no le gusta de los vinos.

El primer Concurso Nacional de Vinos de Guarda14 se llevará a cabo este mes en un evento único en Mendoza, que aportará valor a la industria de la mano de un prestigioso jurado responsable de evaluar las etiquetas.

Una de las integrantes de este panel es Gabriela Celeste, una persona de larga trayectoria en la industria, dedicada a la producción de vinos con su sello y a la consultoría enológica y vitícola para otras bodegas. Desde hace muchos años conduce el laboratorio ENO, que cofundó junto al prestigioso enólogo francés Michel Rolland.

El evento se desarrollará el 29 de este mes y Gabriela se mostró con expectativas en la previa: “Es una buena posibilidad para evaluar lo que se está haciendo actualmente. Me gustan las catas a ciegas porque me puedo poner a prueba y aprender de lo que uno va captando sobre los vinos de hoy en día”.

Gabriela Celeste. -Gentileza.
Gabriela Celeste. -Gentileza.

¿Era difícil que no te dediques al vino?

No sé. Yo estudié Ciencias Agrarias con otro objetivo, pero toda la vida me relacione con la vitivinicultura. En los últimos años de facultad empecé a tomarle el gustito a la viticultura y me dije ‘por qué no’. En ese momento no habían tantas mujeres enólogas, yo me recibí en el año 95.

¿Qué te llevó a pensarlo?

Me gustaba pensar en cómo a partir de una planta que yo observaba desde chiquita se podía llegar a conmover a una persona con una copa de vino. Siempre me gustó mucho el tema artístico que tiene el vino. En uno de los primeros trabajos que tuve me contrataron para la parte enológica y yo siempre fui muy inquieta, me gustaba ir a los viñedos. En aquel momento se separaron más las dos cosas.

Vemos que esa percepción cambió…

Sí, completamente. Hoy se une la viticultura con la enología. Lo que también se modificó es la cuestión de la comunicación. Antes había mucho recelo acerca de las recetas y formas de elaboración. Hoy se comparten mucho más las experiencias.

Gabriela Celeste
Gabriela Celeste

¿Qué posibilidades de crecimiento le ves a Argentina?

Argentina tiene capacidad de desarrollo, no está ni está cerca de su techo. Hay mucha capacidad de producir para el mercado interno, de explorar nuevas zonas. Algunas pueden ser apreciadas por el consumidor local porque son novedosas. Se pueden explorar pero no creo que sean zonas que tengan valor internacional. Se está planteando en un montón de lugares en donde antes era impensado por las condiciones climáticas y legislativas. La uva es una fruta noble y si la cuidas vas a lograr una cosecha y un vino, pero eso no significa que se puedan desarrollar grandes vinos del mundo a partir de esos nuevos terrenos, porque se necesita el respaldo de un buen terroir.

Aparte otro detalle no menor es que en Argentina no tenemos ese hábito de considerar las añadas, como en Francia donde hay años superlativos y otros no tanto. En cambio, nosotros siempre hemos sacado vinos con niveles más o menos estables. Y si  así nos conocen en el mundo, no podemos defraudar si queremos seguir avanzando. Está bueno mantener eso que es nuestra carta.

¿Pasa lo mismo con el Malbec?

Totalmente. Es lo que te piden en el mercado internacional y nosotros somos conocidos por eso. Es necesario producir estos vinos y venderlos al mundo. Incluso teniendo buenos resultados con otros cepajes. Es probable que algún nicho en el mundo encuentres para esos vinos pero va a haber competencia. En cambio como se da en Argentina el Malbec, no se da en ningún lado. Por eso es una apuesta segura.

Gabriela Celeste analiza vinos diariamente con su laboratorio ENO.
Gabriela Celeste analiza vinos diariamente con su laboratorio ENO.

¿Las novedades las propone la industria o los consumidores?

Las dos cosas. Las bodegas empezaron a abrirse, generar productos y tener más variedad. Se atrajo a nuevos públicos con nuevos productos. Esos consumidores empezaron a pedir nuevas cosas y se generó un círculo que fue promoviendo ese proceso. Hoy el consumidor no es fiel a una marca y va probando distintas cosas.

¿Con los vinos orgánicos pasa eso?

Claro, la gente busca cosas más saludables en todo sentido en la alimentación, y en los vinos pasa lo mismo. Por eso se están revalorizando estos vinos con menos intervención. Yo creo que más que una moda se está creando una tendencia, un hábito. Y por otro lado también hay avances de los productores. Si me decis a mi, yo hoy consumo vinos orgánicos y me gustan, pero hace 15 años era muy difícil encontrar uno que no tenga defectos. Los enólogos se han ido perfeccionando.

Me gusta ese concepto de moda y tendencia. Vamos a aplicarlo a una serie de vinos: ¿Rosados?

El rosado en Argentina se hacía en la década del 90. Creo que es un producto que está ahí y va a seguir estando.

¿Naranjos?

Eso sí que me parece más moda, como algo exótico y pasajero.

¿Vinos de parcela?

Tendencia.

¿Vinos biodinámicos?

Los orgánicos si son tendencia seguro, pero los biodinámicos pueden ser actualmente una moda que se puede convertir en tendencia tranquilamente.

¿Vinos jóvenes?

Para mi moda.

¿Qué les decís a los que dicen que la madera está empezando a caer en desuso?

Que sobre gustos no hay nada escrito, pero que los grandes vinos siempre tienen madera. A mí me encanta la madera, pero no cuando es lo único que se siente, sino que debe estar bien integrada.

Gabriela Celeste de visita por una bodega.
Gabriela Celeste de visita por una bodega.

¿Cuál es tu tipo de vino favorito?

Tinto. Los vinos de guarda, concentrados, con buen volumen, para acompañar la comida.

¿Con qué maridaje?

Carne, vuelta y vuelta en la cocción. Con ese gusto dulce que es exquisito. Cuando se pasa de cocido sabe amargo.

¿Varietal?

El que sea. Me gustan mucho los cortes de regiones. Específicamente de Burdeos, Francia.  Me encantan los vinos de Burdeos.

¿Y blancos?

Y, por ejemplo, un champagne francés me encanta. Dentro de los espumantes. Lo que no me gusta de los vinos es que sean salvajes, me gustan armónicos. Por ejemplo, si a un Sauvignon Blanc se le sienten todos los aromas estridentes ya no me gusta mucho. Los prefiero más redondos, con buen volumen. No me gustan los vinos pileteros.

Para cerrar: ¿Qué es el vino para vos?

Para mí es una conjunción entre pasión, arte y ciencia. Es el resultado de todo eso. Además es un modo de vida, porque no solo trabajo haciendo vinos sino que también los disfruto.

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