La botella de vino: el sustento de la venta al exterior

Las exportaciones crecieron para los vinos fraccionados y la botella sigue siendo el motor a pesar de la crisis de los vidrios. ¿Qué pasa con los otros productos?.

El Instituto Nacional de Vitivinicultura llevó a cabo un nuevo informe de las exportaciones de la industria que en noviembre mostró una mejoría en los vinos fraccionados, tanto en volumen como en dólares ingresados.

Con la caída del volumen de venta del vino a granel, los fraccionados siguen sosteniendo el crecimiento de las exportaciones en la industria. Sin embargo, no todos los productos fraccionados rinden de la misma manera. De este punto se pueden sacar muchas conclusiones.

La primera y más importante es que el envase que más se utiliza para exportar vino fraccionado sigue siendo la botella, independientemente de su tamaño (los botellones de 1,5 litros vienen en caída). Un 93,5% del total de vino fraccionado se envasan en botellas.

Si consideramos que se vendieron en noviembre un 9,2% más vinos en botellas que en el mismo mes del año pasado, definitivamente tenemos algo por qué brindar.

Sin embargo, y a pesar de que es el envase al que más se le presta atención porque de él depende la industria; no es la botella la que más incrementa sus exportaciones. Otros formatos han tenido mejores rendimientos, a pesar de estar muy relegados en la consideración total de las exportaciones. Sobre éstos vamos a referirnos.

El bag in box, por ejemplo, creció un 18,7% con respecto al mismo mes del año pasado, a pesar de que apenas representa un 0,7% del total de las exportaciones. Es un producto más destinado al consumo local.

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El gran crecimiento llegó de la mano del resto de los envases como el bidón, la lata o la damajuana. Estos productos crecen mes a mes y se van consolidando como una alternativa a los métodos tradicionales de envasar para exportación. Más aún teniendo en cuenta la reciente crisis de botellas para el envasado.

Este proceso puede significar una modificación en la distribución del total de vinos fraccionados entre los distintos formatos. Sea en el mediano o largo plazo.

La lata en particular, un producto que también parece ser destinado al mercado interno, está cosechando buenos resultados mes a mes. Más teniendo en cuenta que también es respaldada por nuevos hábitos de consumo que generan un interés sobre ese tipo de productos.

Un párrafo aparte refiere la situación de los tetra brik, productos que son los que más se venden detrás de las botellas (concentran el 5,8% de la totalidad de las ventas). Las exportaciones cayeron un 1,1%. Es un balance casi estático con respecto al año anterior. Sin dudas podría haber sido un número más desalentador.

En conclusión, fue un mes positivo en materia de exportaciones con respecto al año pasado. Se consolida el incremento en las ventas hacia el mercado internacional y la botella sigue siendo el envase predilecto. La balanza comercial en la industria se apoya en el crecimiento de este producto tan buscado en el exptrangero, y por nosotros también. Mientras tanto, los productos innovadores son más que bien recibidos.

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