Sunset Guarda 14, lujoso atardecer para enamorados en bodega Bressia

Sunset de lujo de Guarda 14 en Bressia Bodega.
Sunset de lujo de Guarda 14 en Bressia Bodega.

En la noche de este viernes decenas de personas asistieron al evento de Guarda 14 y Bressia, donde pudieron degustar la línea premium de vinos jóvenes que tiene la bodega.

Bressia Bodega fue el escenario de este evento por el Día de los Enamorados, con el acompañamiento de Guarda 14 en la organización. Una propuesta que tiene precedentes en la bodega familiar ubicada en Luján de Cuyo. Durante la tarde del viernes, decenas de personas llegaron a la primera zona vitivinícola de Mendoza para disfrutar de un momento de distensión, música y buenos vinos. Al ingresar los recibía un malabarista con esfera de cristal que estaba sobre zancos.

Las personas fueron llegando pasadas las 19 horas y de a poco el gran jardín de la bodega se fue colmando, con el acompañamiento de música en vivo la hora más esperada fue la imagen de un atardecer que pintó el cielo de colores rosa, violetas y celeste. La cita para celebrar el amor trajo a parejas, grupos de amigos y familias que con copa en mano vivenciaron la experiencia muy cerca de los viñedos de Bressia.

Ximena Avila y Gastón Ferreyra.
Ximena Avila y Gastón Ferreyra.

Esta edición especial de Sylvestra Open Garden, en calle Cochabamba de Agrelo, tuvo como protagonista a cuatro de las etiquetas de los vinos jóvenes que tiene la bodega; combinando tinto, blancos y rosé para este sunset. Estos varietales estuvieron acompañados con un menú de fuegos de Mauricio Lostes de La Pilarica Servicio gastronómico, que proponía sándwiches de picaña a la llama con salsas, vegetales asados y frescos en pan ciabatta. Dúo de empanadas de carne y humita, pizzas a la parrilla, opciones veggies como sándwich de vegetales y empanadas de humita, y también opciones sin TACC con la misma alternativa de platos.

José Scaturchio y Antonela Agosto.
José Scaturchio y Antonela Agosto.

Los vinos presentes para acompañar el amor

La elección de vinos que se degustaron tienen la particularidad de que no tienen paso por madera, haciendo de estos vinos muy bebibles y una entrada a las personas que vienen de ser consumidores de otras bebidas, como cócteles. Walter Bressia fundó en 2003 su propio emprendimiento familiar, luego de trabajar con muchas marcas en el mundo del vino y ser un enólogo reconocido. Esta gama de vinos fue iniciada por la nueva generación de la bodega, quienes trabajan actualmente Sylvestra, buscando llegar a los públicos jóvenes, pero sin quitar de lado una gran calidad en su producto. El enólogo viene de familia trabajadora del vino y decidió crear esta marca para que mendocinos y turistas puedan visitarlos.

El vino que realizan tiene un concepto minimalista para su elaboración de todos nuestros vinos. Usan la debida tecnología y poca intervención humana para generar vinos, espumantes y grappa. Desde que iniciaron hasta la actualidad, su objetivo principal es crear vinos únicos y que se pueda disfrutar del placer que ofrece la exclusividad y particularidad de cada cosecha.

Los vinos de lujo seleccionados fueron Bressia Sylvestra Malbec, un tinto de buena intensidad con reflejos negros y violáceos. Su aroma es frutado y se distingue la frambuesa y cereza, frutos rojos y negros. Tiene notas especiadas de pimiento rojo, acompañado de un sabor fresco, frutal y de cuerpo equilibrado debido a sus taninos maduros.

Los vinos Sylvestra de Bressia Bodega.
Los vinos Sylvestra de Bressia Bodega.

Otra etiqueta destacada fue Bressia Sylvestra Sauvignon Blanc, un blanco de color amarillo verdoso de buena intensidad y gran luminosidad. Con aromas a durazno blanco, pomelo, ruda y aguaribay, dan un toque muy fresco y frutal. Seguido por un varietal de blancas Bressia Sylvestra Torrontés, tiene un aroma a durazno blanco, pomelo y ruda. En boca se percibe fresco, frutal y con cuerpo equilibrado.

Milagros Tomera y Santiago Barberis.
Milagros Tomera y Santiago Barberis.

Por último, Bressia Sylvestra Pinot Noir Rosé, un rosado de color salmón sin paso por madera y gran estructura. En nariz, es muy frutado, con aromas a cereza y frambuesa, notas cítricas a pomelo, lima, quinotos y muy floral. En boca, es fresco y frutal.

Disfrute con el atardecer de fondo

Los asistentes al evento pudieron compartir con la música del DJ Palomma, una artista que se dedica al Organic House, Afro House, Progressive, entre otros estilos. Dentro de su estilo musical tuvo intervenciones del percusionista Matías Gorordo, un multiinstrumentista que con creatividad y experimentación por el uso de elementos cotidianos hace percusiones muy ingeniosas. En la noche del viernes participó con tambores de distinto tipo y platos de batería.

DJ Palomma y el percusionista Matías Gorordo.
DJ Palomma y el percusionista Matías Gorordo.

Esta primera presentación duró varias horas y el público presente pudo conocer el estilo de cada uno de los músicos. Entrada más la noche, se presentó en el set el DJ Valentín Ouet, quien fusiona canciones con electrónica, fusionando así temas del momento y otros no tan nuevos. Las personas lograron bailar y las pequeñas rondas de grupos se fueron acomodando en el espacio. El vino no pudo faltar y aparecieron en sus formatos botellas de Bressia Sylvestra que le dieron un cierre distintivo a la noche despejada y fresca mendocina. Además hubo tragos hechos por especialistas, que combinaban la línea de vinos con espirituosas.

Marita Bressia y Matias Dellacasa.
Marita Bressia y Matias Dellacasa.

Cuando el sol se escondió detrás de las montañas se encendieron fogatas para dar más luz y calor a los presentes. “Es una propuesta, que son vinos de alta gama, pero al no tener la crianza en madera -que tiene una incidencia muy alta en el costo del producto - era poder llevar con un Bressia a un precio más acomodado a un consumidor joven que lo demandaba. Siempre pensando en varietales bien elaborados, de la misma zona de dónde elaboramos nuestros vinos de alta gama, pero sin pasar por la barrica”, comenta Walter para Guarda 14.

El nombre de estos vinos de gama alta pero sin paso por madera viene de un juego de palabras que conjuga el nombre de la vid en latín y su poca intervención en cuanto a crianza, que da como resultado un vino “silvestre” menos complejo a la hora de tomarlo y que está pensado para ser consumido en cualquier momento y ocasión: un público fresco, que le gusta salir, divertirse, disfrutar de buenos momentos y de un buen vino. “Para mí, que soy de otra generación, por ahí no estoy adaptado a estos nuevos formatos de diversión. Me parece que a la marca le hace muy bien porque se adapta casi perfecto al formato de lo que es Sylvestra, porque refresca la marca”, agrega el enólogo.

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