Wine bars: qué lugares hay en Mendoza para disfrutar del vino en la ciudad

Los winebars llegaron para quedarse en Mendoza. - Gentileza
Los winebars llegaron para quedarse en Mendoza. - Gentileza

La cantidad de locales centrados en la bebida nacional han aumentado en los últimos meses en la provincia. Cercanía, variedad de opciones, buenos precios, los puntos altos de las opciones más populares.

Lugares para tomar vino han existido siempre, pero en el último tiempo, a Mendoza -un poco después que en otras ciudades del país, como Buenos Aires- ha llegado la tendencia de los wine bars. Se trata de un concepto renovado que permite a los amantes del vino disfrutar de sus etiquetas preferidas, las más premiadas o descubrir nuevas opciones, todo sin necesidad de gastar una fortuna y sin salir de la ciudad. Por supuesto, siempre con el complemento de la gastronomía.

Un viaje sensorial

Haciendo un recorrido por los wine bars de Mendoza, sobre calle Belgrano, en Ciudad, encontramos VinoBien, un lugar donde la experiencia es mucho más que solo ir a tomar vinos. De la mano de Rodrigo Kohn, sommelier y gerente del lugar, y todo su equipo, se puede vivir un viaje sensorial a través de los vinos y los platos del chef Pablo Quinteros.

El espacio es ideal para aquellos que poco saben de vinos, pero disfrutan tomarlo, y para los apasionados de la bebida ávidos de nuevos terroirs y sabores. Es que sin salir de la vorágine de la capital mendocina, VinoBien se presenta literalmente como Argentina en vinos, con alrededor de 500 etiquetas que recorren el país de Norte a Sur -las cuales se pueden adquirir por botella cerrada con el asesoramiento del equipo o por copas-.

“Somos un wine house. Es mucho más que una vinoteca, un bar o un restaurante. La gente puede venir y probar vinos, hacer maridajes, descubrir zonas inéditas del país y encontrar todo lo que un winelover busca. Brindamos un servicio”, contó Rodrigo Kohn.

Lo que dice el sommelier se puede vivir plenamente por medio del servicio de vino por canillas, donde directamente de las máquinas expendedoras los clientes pueden armar sus propios flights de dos, tres, cuatro o más copas, jugando con combinaciones de tintos, blancos, rosados, naranjos, o por varietales, o por qué no por regiones. Semana a semana, el equipo de VinoBien renueva las alternativas, permitiendo descubrir así nuevos vinos en cada visita.

La oferta de vinos de VinoBien abarca más de 500 etiquetas. - Gentileza
La oferta de vinos de VinoBien abarca más de 500 etiquetas. - Gentileza

Los maridajes juegan un rol clave en la experiencia de VinoBien. Es por eso que los platos elaborados por Quinteros se dividen por sabores. En la carta se pueden encontrar bocados ácido, salado, agridulce, picante, amargo y dulce, que son el resultado de una combinación de ingredientes que buscan resaltar determinados atributos que luego se completen en armonía con cada vino elegido o platitos de los más variados.

Para completar, el lugar también cuenta con una destacada coctelería, donde se resalta la selección de diferentes gins artesanales nacionales e importados, donde el Maxi Mansilla, el gin master, logra mostrar distintas versiones de uno de los tragos de moda.

El gasto promedio en el lugar es de alrededor $3.000, pero lo cierto es que depende de lo que pida cada cliente ya que encontramos vinos que pueden superar los $50.000 la botella. El horario de atención de VinoBien es de lunes a sábados de 16 a 22.

Además de una gran cantidad de vinos, también se puede disfrutar de una gran variedad de gin. - Gentileza
Además de una gran cantidad de vinos, también se puede disfrutar de una gran variedad de gin. - Gentileza

El toque mendocino

La mítica esquina de Belgrano y Rivadavia revivió con la llegada de Vico a Mendoza. El exitoso modelo que irrumpió en Buenos Aires con el sistema de máquinas expendedoras de vino por copa, abrió su sucursal en la provincia con una identidad propia aportada por el toque del chef Juan Ventureyra. Es que al pasar por la vidriera, los dispensers con vinos de las bodegas más populares del país es lo primero que llama la atención, pero la experiencia se completa realmente con un menú muy variado que puede ir desde las opciones tradicionales con entradas, platos principales y postres, o un tapeo y también sándwiches y pizzas.

“Nuestra experiencia invita a tomar mil copas y acompañarlo con cosas ricas para comer. En Mendoza no había opciones así y hoy está pensada para los mendocinos. También se ha convertido en el rincón del enólogo, la gente del mundo del vino puede venir a tomar una copa”, sostuvo Ventureyra. En poco más de cuatro meses de existencia, Vico ha logrado mantener un lleno total todas las noches y una muy buena aceptación del público local y turistas.

La carta de vinos en Vico incluye 48 etiquetas que se sirven por copa y 50 que se venden por botellas. En ambos casos se puede optar por opciones de excelente relación precio/calidad o algunas que superan los $20.000 por botella.

Lo más elegido es sin duda la opción de las máquinas, donde a través de una tarjeta se puede elegir qué vino tomar entre blancos, tintos y rosados. “La gente puede jugar, tomar varias copas y probar una diversidad de vinos”, describió el chef.

El horario de atención es de lunes a domingo de 17 a 00 y el gasto promedio es de $2.000 por persona.

El sistema expendedor de vino de Vico es una de sus máximas atracciones. - Gentileza
El sistema expendedor de vino de Vico es una de sus máximas atracciones. - Gentileza

Lo más nuevo en Mendoza

La más reciente incorporación al mundo de los wine bars es James Cook, inaugurado el pasado miércoles en el corazón de Chacras de Coria, en Viamonte 4961. Dentro de una antigua bodega que ha sido refaccionada para el negocio, los clientes pueden disfrutar de vinos y de coctelería de autor a base de vinos rodeados de tanques de acero, barricas y más.

La identidad del lugar está inspirada en James Cook, el famoso explorador inglés que descubrió territorios como Australia, Nueva Zelanda o Hawai. Así, el enólogo Lucas Amoretti y el bodeguero Francisco Catena tomaron el espíritu aventurero y armaron una variada carta de vinos que recorre los principales terroirs de la geografía mendocina, presentando ejemplares de cada microregión de Luján de Cuyo y el Valle de Uco.

La gente puede encontrar vinos desde $1.000 a $20.000, siempre con la mejor relación precio calidad en cada gama, describió Amoretti. Además, por copa se puede degustar las líneas Entonado, Gran Pesca, Instintos y Just Fly Fish.

Buscamos un concepto descontracturado, que los vinos fluyan y que la gente pueda elegir en todas las gamas de precios. Todo eso acompañado por ricos platos de estilo tapeo”, contó el enólogo y propietario del lugar.

Un clásico para tomar vino en la ciudad

Si hablamos de lugares para disfrutar del vino en la ciudad, uno de los clásicos es Azafrán. Después de su cierre en medio de la pandemia, el restaurante de Sebastián Weigant. Si bien hablamos de un lugar donde la gastronomía tienen un lugar protagónico, su cavas es una de las más destacadas de la provincia, con alrededor de 1.000 etiquetas a disposición.

Los comensales pueden elegir en una carta abierta por un menú de dos o tres pasos, que se complementan con el snack del día. La tercera opción es la Experiencia Azafrán, con ocho pasos. A eso se le suma la posibilidad de maridarlos con dos, tres o seis copas y vinos por botellas.

“Con nuestro sommelier recomendamos vinos pero dejamos que la gente pueda elegir y probar lo que ellos prefieran. Tenemos mucha diversidad y no obligamos al cliente que consuma determinada cosa, sino que elija lo que quiera”, describió el chef. Una de las próximas novedades es el sector exclusivo de la cava, que estará disponible en las próximas semanas para cenas privadas.

Se trata de un nuevo Azafán, con una identidad muy personal y mi gastronomía, siempre buscando una cocina moderna y contemporánea. La gente se va a encontrar con diversidad de sabores, texturas, productos”, destacó Weigant.

El horario de atención es de lunes a sábado desde las 19 a 00 y el gasto promedio es de $4.500.

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