Los vinos de la vitivinicultura orgánica, expresión de terroir y consciencia de triple impacto

Bodega Argento posee viñedos certificados en Alto Agrelo. - Gentileza
Bodega Argento posee viñedos certificados en Alto Agrelo. - Gentileza

En el día de la agricultura orgánica, los vinos que nacen de esta práctica sustentable, dos bodegas emblema y la palabra de una profesional sobre cómo es el cuidado de estos viñedos.

En el mundo celebra cada 23 de septiembre el Día de la Agricultura Orgánica, una iniciativa que nació en la Unión Europea a partir de la Comisión Europea (CE) que buscaba concientizar sobre estas prácticas sustentables.

Independientemente de que en la Argentina el día específico es el 3 de diciembre, en homenaje a la ley que declaró el Día Nacional de la Producción Orgánica desde el 2007, la fecha también es una buena oportunidad para referirse a este tipo de prácticas agrícolas que le añaden valor a los productos que consumimos día a día, como el vino.

Los vinos orgánicos vienen creciendo en Argentina impulsados principalmente por la demanda de consumidores cada vez más conscientes de la importancia de ser activos y responsables en su consumo.

Recientemente, el Instituto Nacional de Vitivinicultura elaboró un informe sobre la producción vitivinícola orgánica durante la cosecha 2022. Este informe da cuenta hubo un aumento del 6,4% respecto a 2020. Además, durante el 2021 se exportaron 11,1 millones de litros de vino con esa certificación.

Domaine Bousquet es una de las bodegas orgánicas emblema. Foto: Javier Ferreyra para La Voz del Interior.
Domaine Bousquet es una de las bodegas orgánicas emblema. Foto: Javier Ferreyra para La Voz del Interior.

La primera empresa en adaptar los viñedos y abrir el camino fue Bodegas Esmeralda, pero ya en el corto plazo se sumaron varias más. Al día de hoy hay más de 140 entre fincas y productores vitivinícolas.

Una de las bodegas que mejor entendió este proceso es Domaine Bousquet, que entre otras, obtuvo la Certificación Orgánica Regenerativa (ROC). La Alianza Orgánica Regenerativa impuso estándares orgánicos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y requiere una certificación de triple impacto: la salud del suelo, el bienestar animal y las prácticas sociales equitativas con los trabajadores.

Así entiende la sostenibilidad también la bodega Argento, principal productora orgánica del país que recientemente anunció que duplicará sus hectáreas sembradas con esta filosofía.

Todos los vinos que forman parte del porfolio de esta bodega se desarrollan con uvas orgánicas y la empresa lleva adelante un plan de control del ecosistema en sus fincas que implica no solo administrar los viñedos sino también los organismos con los que convive, de forma respetuosa, en convivencia y con una minuciosa planificación.

Juan Pablo Murgia y Cecilia Acosta, de bodega Argento.
Juan Pablo Murgia y Cecilia Acosta, de bodega Argento.

“Creo que la agricultura, en este caso la viticultura orgánica, tiene ese desafío que requiere estar siempre un paso adelante, porque no hay una receta que se pueda seguir”, aseguró desde la finca en Agrelo Alto Cecilia Acosta, la gerente de viñedos. “No hay nada mejor que adelantarse y conocer los distintos parámetros de acción para que en el caso de que algún día tengas algún problema, puedas tener las herramientas para combatirlo”, agregó.

La ingeniera agrónoma presenta su plan MatrizViva, que contempla todos estos conceptos. Manejo del viñedo con el que se busca lograr la más pura expresión de terroir.

“En la agricultura orgánica hay que vivir mucho más en el viñedo. Y la virtud de anticiparse se relaciona con la capacidad de conocer los viñedos que uno tiene”, añadió Acosta, quien trabaja par a par con el enólogo Juan Pablo Murgia.

Sin embargo, la capacidad de no seguir recetas no tiene ninguna relación con la improvisación: “Tenemos muchos datos técnicos, la aplicación de la tecnología nos permite medir todo. Eso nos ayuda a comprender nuestros viñedos”, cerró.

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