Tucumán: una ruta para degustar vinos de altura, calidad y tradición

La reconocida Ruta del Vino es un circuito turístico que permite recorrer la zona vitivinícola de Tucumán, sus bodegas y sus viñedos, ubicados sobre la Ruta Nacional 40 y por la Ruta Provincial 307. El recorrido se extiende por Tafí del Valle, Amaicha del Valle y Colalao del Valle.

Quienes visitan las bodegas pueden degustar vinos de altura y recorrer sitios históricos, como las Ruinas Cóndor Huasi y Ciudad Sagrada de Quilmes, en un marco de paisajes imponentes que generan un entorno atractivo para la experiencia de la degustación.

El área productiva de la industria vitivinícola de Tucumán está localizada en el Valle Calchaquí, a más 1.800 metros de altura sobre el nivel del mar. Esta condición facilita una producción de vinos únicos, que no se encuentra en otras áreas productivas del mundo. A esto se suman el clima, con veranos prolongados y ocasionales heladas tardías en primavera, y el suelo del Valle que es mayormente arenoso y con un perfil profundo y pedregoso, lo cual asegura una excelente permeabilidad del agua. Todas estas condiciones determinan la calidad de los productos.

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Para impulsar el posicionamiento de esta industria, que en promedio elabora y comercializa entre 300.000 y 400.000 litros de vino por año, el IDEP Tucumán (Instituto de Desarrollo Productivo), la Cámara de Turismo de Tucumán y las bodegas locales han trabajado articuladamente en acciones de promoción comercial y turística.

Entre ellas, se destaca el apoyo a las bodegas para participar en ferias comerciales y certámenes a través de los cuales los vinos tucumanos han recibido diversos reconocimientos. Uno de ellos es el certamen nacional Vino Sub30 que, en su edición 2021, distinguió 12 etiquetas locales y en 2022 a 18. Por otro lado, el certamen federal Guarda 14 premió ocho vinos tucumanos en 2022 y siete en 2023. A estos reconocimientos se suman los obtenidos en el concurso Evinor, donde resultaron también distinguidos productos tucumanos.

Recorrer la Ruta del Vino es encontrarse con cerca de una veintena de viñedos y bodegas, algunas artesanales o caseras y otras más industrializadas, de las cuales once ofrecen servicios complementarios para los turistas como alojamiento, visitas guiadas y gastronomía. Asimismo, es una oportunidad para deleitarse con varietales diversos y con una marcada identidad calchaquí; entre los cuales sobresalen el Torrontés, el Malbec, el Cabernet Sauvignon, el Tannat y el Syrah.