Vinos respetuosos con el medio ambiente, ¿cómo es la nueva tendencia?

Vinos respetuosos con el medio ambiente.
Vinos respetuosos con el medio ambiente.

Esta idea tiene que ver con el cuidado de la vid pero también con el procesos de vinificación. Se trata de los vinos orgánicos, biodinámicos y naturales. Tres prácticas enológicas que no paran de ganar terreno en el último año.

Más allá de que algunos los consideren una moda, lo cierto es que cada vez son cada vez más las bodegas que a nivel mundial elaboran vinos que van por una concepción diferente a la elaboración tradicional.

La preocupación por el medio ambiente y el entorno viene para quedarse en lo que a la producción de vinos refiere y sobre todo cuándo cada vez es más frecuente la demanda de los consumidores en el sentido de saber qué tipo de productos incorporamos a nuestro cuerpo.

En este sentido el vino no se queda afuera ya que cientos de bodegas a nivel mundial han comenzado a estudiar y a realizar trabajos de sustentabilidad como por ejemplo “medir la huella de carbono”.

Orgánicos, Biodinámicos y Naturales

La realización de vinos orgánicos, biodinámicos y naturales se ha consolidado como parte esencial de dicha tendencia. Ahora bien, como un mercado que está en pleno auge, cabe preguntarse por la diferencia que caracteriza a estos tres productos vínicos.

Por un lado, tenemos los vinos orgánicos. En estos, no se utilizan prácticas agresivas e invasivas desde el viñedo para su elaboración. Por lo cual, herbicidas, pesticidas y fertilizantes o cualquier producto tóxico industrial están prohibidos.

Vinos orgánicos, una tendencia que llegó para quedarse
Vinos orgánicos, una tendencia que llegó para quedarse

De esta manera, para prevenir las enfermedades que podría tener una planta, solo se utilizan insumos permitidos por las certificadoras que son las que determinan si se cumplen con los requisitos necesarios para calificar como producto orgánico final.

Es común para su elaboración la clarificación con albúmina de huevo y bentonita y otros productos enológicos. También, se puede realizar corrección de acidez con ácido tartárico y agregar anhídrido sulfuroso, para la conservación de este, pero con limitaciones especificadas.

Vinos Biodinámicos, los más “filosóficos”

En cuanto a los vinos biodinámicos, su origen se encuentra en la Antroposofía de Rudolf Steiner, ciencia que combina la medicina, la homeopatía y la astrología. En este sentido, vale la pena aclarar que para que un viñedo se biodinámico es excluyente que se rija por prácticas orgánicas.

Todo producto que se utilice tanto en la tierra como en las plantas debe estar elaborado in situ y lleva el nombre de “compost”. Además, el uso de fertilizante natural (guano) debe estar producido por animales que se encuentren en el predio, teniendo como fundamento una propuesta autosustentable apoyada en tres elementos: finca, animales y plantas.

Quizás lo más distintivo de estos vinos además de lo dicho es que los trabajos de cosecha, bodega y hasta degustaciones, son guiados a través de un calendario lunar y astrológico. La certificadora a nivel mundial que rige estos vinos se llama Demeter.

Cómo son los vinos naturales

Las uvas para producir estos vinos son fermentadas sin ningún tipo de intervención, sólo con levaduras indígenas (naturales de la uva). No se permite la adición de anhídrido sulfuroso, ni corrección de acidez, azúcar o clarificación mediante el uso de coadyuvantes.

Uvas.
Uvas.

Al igual que los vinos biodinámicos, también se rigen por un calendario lunar, solar y astrológico. La diferencia más importante (quizás comercial) respecto a los vinos anteriores es que no existe ninguna certificación oficial que avale estos productos.

Más allá de las similitudes y diferencias, lo interesante es que este tipo de productos ayudan a la diversidad y atracción de nuevos mercados. Por un lado, apuntando concretamente a cierto público definido y, por otro, captando nuevos adeptos.

Seguir leyendo:

COMPARTIR NOTA