Mejoró con el tiempo: guardó un vino 40 años y ahora vale U$D 100.000

Mark Paulson sosteniendo la botella Domaine de la Romanée-Conti 1971 que subastará en las próximas semanas.
Mark Paulson sosteniendo la botella Domaine de la Romanée-Conti 1971 que subastará en las próximas semanas.

Un estadounidense que tomaba vinos de alta gama guardó por años un vino que actualmente es una pequeña fortuna para cualquiera. La botella será subastada a la mejor oferta en las próximas semanas.

Mark Paulson, es un pintor jubilado de 72 años, casado y con tres hijos que compró una botella de vino de alta gama por U$D250 a fines de 1970. Durante la mayor parte de este tiempo uno los vinos más finos y preciados del mundo permaneció dentro de una caja de cartón en su sótano.

Este norteamericano tiene la suerte de que a finales de este mes, venderá su botella de 1971 Domaine de la Romanée-Conti La Tâche en una subasta. Una botella que ha permanecido desde hace años en el sótano de su casa en San Francisco que puede cotizar en más de 100.000 dólares.

Bonhams Skinner, la casa de subastas que supervisa la venta, se estima que el jeroboam, una botella de vino de 3 litros también conocida como doble magnum, se venderá entre $50.000 y $80.000 dólares. El elevado precio se debe en gran parte al hecho de que Domaine de la Romanée Conti, en la región francesa de Borgoña, es una de las mejores bodegas del mundo, si no la más grande que, según muchos expertos, constituye la “expresión más pura de la uva Pinot Noir”, dijo Louis Krieger, subdirector de vinos finos de Bonhams Skinner.

Domaine de la Romanée-Conti, región vitivinícola.
Domaine de la Romanée-Conti, región vitivinícola.

La espectacular inversión de Paulson revela cómo ha cambiado la industria del vino en los Estados Unidos durante los últimos 50 años. A fines de la década de 1970, los estadounidenses no bebían vino, sino que optaban por el licor y la cerveza. Esto cambió en 1980 y el interés ha crecido desde entonces. Luego, en la década de 2000, una creciente clase media en China también comenzó a interesarse. Más de 40 años de demanda creciente crearon un mercado especulativo, en el que los inversionistas compran botellas de vino de alta gama no para beber sino para obtener ganancias.

Cómo el estadounidense dió con ese vino

Un día, a principios de los 70, mientras estaba sentado en el Golden Gate Park con un amigo, vio a algunos de los amigos de la infancia de su hermana. Se volvieron a conectar y se convirtieron en compañeros de cuarto, lo que llevó a Paulson a unirse a un grupo de artistas y músicos. Este grupo de amigos se unió a un grupo de cata de vinos organizado por Roger Brandt, un policía jubilado que había heredado una licorería de su padre.

Brandt le consiguió al grupo algunos de los mejores vinos del mundo a precio de costo y les enseñó a Paulson y sus amigos sobre ellos: Latour del 59, Cos d’Estournel del 61, Suduiraut del 67. Durante una degustación, bebieron media docena de cosechas de Romanée-Conti que datan de 1961 a 1971.

“Los vinos eran tan deliciosos, cosas que nunca antes habíamos probado”, dijo Paulson para The Washington Post. Esta botella de gran valor para los amantes y coleccionistas de vinos llegó cuando el licorero Brandt le dijo a Paulson que estaba ordenando algunos vinos especiales por U$D250 y le insistió al pintor invertirlos para obtener el jeroboam de La Tâche.

Botella de 1971 Domaine de la Romanée-Conti La Tâche, versión jeroboam.
Botella de 1971 Domaine de la Romanée-Conti La Tâche, versión jeroboam.

Sin dudarlo la compró, pero en 1977 se casó y tres años más tarde tuvieron su primer hijo, seguido de tres más durante los siguientes ocho años. El vino se desvaneció de la vida de Paulson porque no era algo que pudiera mantener teniendo una familia que sostener económicamente.

Durante las siguientes décadas, Paulson bebió algunas de las botellas que había obtenido. Pero La Tâche permaneció, quizás debido a su tamaño, expresó el artista. Nunca pareció encontrar la ocasión adecuada para un jeroboam, que contiene el equivalente a cuatro botellas normales de vino. Él pensó que podría guardarlo para la boda de su hija. Como nació en 1984, eso significó aferrarse a ella por un tiempo.

Nunca pensó demasiado en la botella, hasta el año pasado, cuando su hijo, que trabaja en una tienda de pinturas en San Francisco, mencionó La Tâche mientras hablaba con un cliente en diciembre. El cliente, tiene una colección de 5.000 botellas y dijo que podría estar interesado en comprarla. Pero cuando pasó por la casa a verla ofreció U$D 5.000, un monto que le pareció bajo a Paulson.

Así fue como este ex veterano de Vietnam y su hijo le dijeron al contratista que tenían que pensarlo. Su hijo buscó en internet para investigar su valor y se encontró con un artículo en “el negocio de las bebidas” sobre Bonhams Skinner vendiendo un jeroboam La Tâche de 1971 en octubre por U$D 81.250.

“Nos quedamos impactados. Estábamos, ya sabes, estupefactos, no podíamos decir nada. Simplemente nos abrazamos y sonreímos mucho”, dijo. El hijo del pintor contactó a Krieger esa noche, lo que condujo a la próxima subasta de Bonhams Skinner, que también incluirá otras cinco botellas del sótano del jubilado que tienen fechas de cosecha que van desde 1795 a 1870 y se espera que se vendan entre $1.000 y $4.000 dólares cada una.

Paulson espera que La Tâche cueste más de $100.000 dólares. En cuanto a cómo piensa gastarlo, le dará una comisión a su hijo de al menos U$D 10.000 y gastará parte del resto en reparaciones de la casa y tal vez en unas vacaciones.

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