Vinos Íconos: cómo se conciben las joyas de la vitivinicultura argentina

Cómo se eligen los vinos íconos.
Cómo se eligen los vinos íconos.

Las bodegas cuentan con ciertos ejemplares que destacan sobre el resto. Cómo determinan su precio, cómo se instalan en el mercado y otros secretos contados por sus enólogos.

Si buscamos la definición de ícono en el diccionario de la RAE, una de sus acepciones dice que un ícono es una “persona que se ha convertido en símbolo o representante de algo”. Esta descripción puede adaptarse a la perfección si la llevamos al mundo vitivinícola. Un vino ícono es aquel que se convierte en la identidad de las bodegas, reflejando lo mejor que pueden entregar, tal como lo entienden sus propios hacedores.

Si bien las bodegas cuentan con líneas de vinos que buscan cubrir todos los rangos de precios, la categoría de ícono está reservada para aquellos que logran la excelencia en cada parte del proceso de elaboración, desde el viñedo hasta que sale al mercado. A lo largo y ancho del mundo, existen algunos ejemplares por los que los amantes de esta bebida están dispuestos a pagar hasta millones de dólares y Argentina también tiene lo suyo.

Cómo nace un vino ícono

Un ejemplo de lo valioso que puede llegar a ser un vino ícono en Argentina es Cobos Malbec de Viña Cobos. Una colección de tres botellas de este vino se vende al mes de septiembre a 1,5 millones de pesos en una vinoteca de Mendoza. Pero, ¿cómo se crea un ejemplar de ese precio?

Diana Fornasero, enóloga de Viña Cobos, contó a Los Andes que estos vinos nacen producto de un intensivo trabajo que nace en el viñedo, continúan en la bodega y se extiende a cada uno de los insumos que utilizan en la creación de este vino. “Hay que encontrar la finca, buscar la calidad de la uva, supervisar las plantas, estudiar el suelo… Es todo un proceso, no es que de un día para el otro uno se despierta y cosecha un vino ícono. Es una investigación que culmina en ese vino”, sostuvo.

“Lo primero que hacemos es expresar lo que la finca nos muestra en ese momento, ya sea en Valle de Uco o en Luján de Cuyo. Buscamos la máxima calidad y la excelencia en ese vino, mostrando las características del terroir. Generalmente, empezamos a trabajar con un viñedo al que le vemos potencial y ahí comienza toda la investigación y estudio que hay detrás”, comentó.

Un ejemplo de este trabajo para ellos se dio con el viñedo Chañares, el cual compraron en 2013. En su primera cosecha dio Cobos Chañares Malbec, algo que Fornasero calificó como excepcional, pero fue todo por el viñedo. “Hoy, desde 2017 es la base de nuestro Cobos Malbec, que desde hace dos cosechas tenemos 100 puntos por la crítica”, destacó.

Cobos Malbec es uno de los íconos de Viña Cobos. - Gentileza
Cobos Malbec es uno de los íconos de Viña Cobos. - Gentileza

En el caso de David Bonomi y Norton, el enólogo aseguró que a un vino ícono no se lo busca. “Es algo que se da al observar un montón de situaciones que pasan en el campo y las vivencias que uno va teniendo”, argumentó. Los vinos íconos que tienen en la centenaria bodega lujanina son dos: Gernot Langes, que lleva el nombre del actual dueño de la bodega, y Perdriel Vineyard Selection, que nace del desarrollo del pueblo a través de Norton.

El nacimiento de un vino ícono, para Bonomi, está dado por tres cosas: el clima, que da las condiciones en las cuales las plantas van a vivir; el suelo, porque no todos dan esos vinos tan particulares e irreproducibles; y la decisión de qué planta usar y la edad que tiene.

“Desde mi punto de vista, los grandes lugares siempre producen grandes vinos, excepto un daño climático como una helada o el granizo. Esa es una gran condición que tiene Argentina. Es un mito que en las grandes añadas son las que dan buenos vinos. Yo cambié eso, mi lugar va a dar grandes vinos todos los años. El efecto climático también entra en juego, pero solo determinará el perfil de ese gran vino. Los grandes terroirs tienen resiliencia a través de las añadas”, planteó David Bonomi.

Gernot es un homenaje al actual dueño de Norton. - Gentileza
Gernot es un homenaje al actual dueño de Norton. - Gentileza

Por su parte, Sergio Casé, enólogo de Trapiche, aportó una tercera interpretación: “Más allá de que muestran un lugar y todo lo técnico, también es importante en los grandes vinos la historia que hay detrás. Los vinos íconos en Trapiche son diseños y desarrollos que nacen desde la enología. No es que surgen para cubrir algún rango de precio o por algún requerimiento comercial, sino que nacen por sus atributos enológicos. Son esas joyas que encontramos cuando elaboramos nuestros vinos, que se distingue del resto”.

En Trapiche podemos destacar dos vinos de este estilo: Manos, que solo se vende en las instalaciones de la bodega o se sirve en su restaurante, que nació a través del trabajo conjunto con Juan Carlos Pallarols para la etiqueta y que busca recrear la milenaria elaboración del vino de manera manual; e Iscay, un vino que consiguió Medalla Gran Oro en el Concurso Nacional de Vinos Guarda14 y en 2021 fue elegido como el mejor del año para el crítico James Suckling, nacido en 1997 y que juega con la dualidad de los conceptos de vitivinicultura y arte, de la mano de dos varietales.

Manos, de bodega Trapiche cuenta con una etiqueta tallada por Juan Carlos Pallarols. - Los Andes
Manos, de bodega Trapiche cuenta con una etiqueta tallada por Juan Carlos Pallarols. - Los Andes

Por qué es importante para las bodegas tener un vino ícono

Tener un vino ícono es algo elemental para las bodegas. Desde la perspectiva de David Bonomi, estos vinos sirven de bitácora de la bodega y el lugar en el que trabajan. “Hace a la trascendencia de la bodega a través de las generaciones, ya sea de productores o de consumidores. A través de estos vinos se va generando una transferencia de conocimientos que atraviesan los años”, dijo.

“Un Malbec 74 nos emociona, aunque no hayamos vivido esa época. Aunque yo quizás en ese momento era un niño y estaba jugando, alguien ya estaba haciendo ese gran vino. Los lugares se inmortalizan a través de sus productos y una persona que transformó algo perecedero como la uva en algo que trasciende la historia, como un vino. Es una de las pocas bebidas que pueden contarte una historia”, destacó el enólogo de Norton.

En tanto, Casé planteó que un vino ícono posiciona a las bodegas en el mercado. “Los vinos de alta gama son vinos diferentes y se convierten en una cuestión aspiracional. Cada bodega está haciendo algo especial y que le permite diferenciarse. Si es algo muy rico pasa a ser un ícono y se tiene que mostrar como tal, porque sino queda con el resto del volumen y se pierde la posibilidad de mostrar sus joyas”, consideró.

Iscay se consagró como uno de los mejores del país en el Concurso Nacional de Vinos Guarda14. - Gentileza
Iscay se consagró como uno de los mejores del país en el Concurso Nacional de Vinos Guarda14. - Gentileza

Cómo se determina el precio de un vino ícono

Como lo mencionamos, el costo elevado de estos vinos íconos suele ser también un rasgo distintivo de los íconos. Diana Fornasero planteó que esto está determinado por todo el trabajo y estudio que hay detrás de una botella.

En cambio, para David Bonomi, el precio normalmente no está relacionado con el costo en sí, sino con el valor que se le da a algo producido. “Es algo que le pasa a cualquier persona que quiera trascender con lo que hace. Si uno mira distintos productos alrededor del mundo, el precio no se condice por los costos de su producción, sino por el valor que le quiere dar el hacedor a su trabajo. El precio de estos vinos se da por el valor del trabajo que tiene la zona”, manifestó.

Por esta misma línea fue la opinión del enólogo de Trapiche. “El precio está muy relacionado, más allá de la elaboración y la crianza, a la oferta y demanda. Son vinos que todos quieren probar y comprar. El precio es una forma de relacionar la calidad que tienen”, completó Casé.

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